UN CHEQUEO DE LAS TRADICIONES
Estas preguntas fueron publicadas originalmente en el A.A. Grapevine como parte de una serie de artículos sobre las Doce Tradiciones que apareció entre noviembre de 1969 a septiembre de 1971. Si bien las preguntas estaban pensadas para uso individual, muchos grupos de A.A. desde aquel entonces las han utilizado para sus inventarios y como tema de discusión.
PRIMERA TRADICION
Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la Unidad de A.A.
1. ¿En mi grupo soy una persona que repara, enmienda y concilia, o soy alguien que crea desacuerdo? ¿Cómo actúo acerca de las críticas y el uso sin escrúpulos de los «inventarios» de los otros compañeros?
2. ¿Soy el que propicia la paz? ¿O me gusta buscar controversia por el placer de discutir?
3. ¿Soy amable con aquellos que no me caen bien, o soy agresivo?
4. ¿Tengo expresiones competitivas sobre A.A., comparando un grupo con otro, o el contraste de A.A. de un lugar a otro?
5. ¿Rechazo con desdén algunas actividades de A.A. como si yo fuera superior al no tomar parte de las mismas?
6. ¿Estoy informado de lo que es A.A. como un todo? ¿Apoyo a A.A. como un todo o solamente las partes que entiendo y apruebo?
7. ¿Soy tan considerado con los miembros de A.A. como me gustaría que ellos lo fueran conmigo?
8. ¿Declamo trivialidades acerca del amor, siendo indulgente, y en secreto justifico mi actitud acompañada de hostilidad?
9. ¿Asisto a suficientes reuniones de A.A., y leo suficiente literatura de A.A. para estar al tanto de todo?
10. ¿Comparto con A.A. todo lo que soy, lo bueno y lo malo, aceptando y dando ayuda a los compañeros?
SEGUNDA TRADICION
Para el propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que servidores de confianza. No gobiernan.
1. ¿Critico en vez de confiar y apoyar a los servidores de mi grupo, Comités de A.A., y colaboradores? ¿A los recién llegados? ¿A los veteranos?
2. ¿Soy absolutamente merecedor de confianza, incluso en secreto, con los trabajos de Paso Doce y con otras responsabilidades de A.A.?
3. ¿Busco reconocimiento por mi trabajo en A.A.? ¿Quiero elogios por mis ideas acerca de A.A.?
4. ¿Tengo que salvar las apariencias en una discusión de grupo, o puedo ceder con buen espíritu a la conciencia de grupo y trabajar alegremente con las decisiones?
5. A pesar de tener varios años sobrio, ¿estoy todavía dispuesto a servir cuando me llega el turno en A.A.?
6. En discusiones de grupo, ¿permanezco en silencio en los aspectos sobre los cuales no tengo mucha experiencia y conocimiento?
TERCERA TRADICION
El único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de beber.
1. ¿Prejuzgo mentalmente como perdedores a algunos compañeros nuevos?
2. ¿Hay alguna clase de alcohólicos que, privadamente, no los quiero en mi grupo de A.A.?
3. ¿Prejuzgo al recién llegado? ¿Me convierto en juez evaluando la sinceridad o deshonestidad del recién llegado?
4. ¿Dejo que el lenguaje, religión (o falta de ella), raza, educación, edad, o cualquier otra cosa interfieran al llevar el mensaje?
5. ¿Me impresionan demasiado las celebridades? ¿O los médicos, o los clérigos? ¿O puedo tratar a este nuevo miembro simple y naturalmente como un ser humano enfermo, como el resto de nosotros?
6. ¿Cuando alguien se presenta en una reunión de A.A. necesitando información o ayuda (incluso si no puede pedirla abiertamente), me importa realmente lo que esta persona hace para ganarse la vida? ¿Dónde trabaja? ¿Dónde vive? ¿Cómo y con quién vive? ¿Si se ha presentado anteriormente en A.A.? ¿Cuáles pueden ser sus otros problemas?
CUARTA TRADICION
Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos, o a Alcohólicos Anónimos considerado como un todo.
1. ¿Insisto en que solamente hay unas pocas formas “correctas” de hacer las cosas en A.A.?
2. ¿Considera siempre mi grupo el bienestar del resto de A.A.? ¿De los grupos vecinos? ¿De los solitarios en Tierra del Fuego? ¿De los internacionalistas en algún punto de alta mar, lejos de un puerto? ¿De un grupo en Bolivia o en El Salvador?
3. ¿Censuro el compartimiento de otro miembro, o aprendo del mismo?
4. ¿Tengo siempre presente que, para el mundo de afuera que sabe que estoy en A.A., yo podría hasta cierto grado, representar a nuestra entera y querida hermandad?
5. ¿Estoy dispuesto a ayudar al recién llegado en todas formas – su forma, no la mía – a mantenerse sobrio?
6. ¿Comparto mis conocimientos sobre las herramientas del programa de A.A. con compañeros que tal vez no las conocen?
QUINTA TRADICION
Cada grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aun está sufriendo.
1. ¿Me autojustifico de vez en cuando diciendo: «Yo no soy un grupo, por tanto, esta o aquella Tradición no me concierne”?
2. ¿Estoy dispuesto a explicar firmemente a un recién llegado las ‘limitaciones’ de la ayuda que A.A. presta, aunque se enoje conmigo por no prestarle dinero?
3. ¿He propuesto o solicitado que algún compañero de A.A. me haga un favor especial o consideración, simplemente por ser compañero de A.A.?
4. ¿Estoy dispuesto al Paso Doce con el recién llegado, sin importarme con quién, o qué beneficio obtendré?
5. ¿Ayudo a mi grupo en todo lo que puedo para lograr nuestro objetivo primordial?
6. ¿Recuerdo que algunos A.A. veteranos pueden ser también alcohólicos que están sufriendo? ¿Trato de ayudarlos y aprender de ellos?
SEXTA TRADICION
Un grupo de A.A. nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de A.A. a ninguna entidad o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.
1. ¿Debemos los miembros de mi grupo y yo conseguir dinero para sufragar el costo de varias camas para atención de alcohólicos en nuestro hospital local?
2. ¿Es bueno para un grupo alquilar un pequeño edificio?
3. ¿Están nuestros servidores y miembros de nuestro club local familiarizados con las guías disponibles en la OSG?
4. ¿Debería nuestro secretario de grupo servir en un comité político sobre alcoholismo?
5. ¿Algunos alcohólicos se quedan en A.A. solamente si tenemos un cuarto con TV o juegos de naipes? Si ésto es lo necesario para pasarles el mensaje a ellos, ¿deberíamos tener estas facilidades?
SEPTIMA TRADICION
Todo grupo de A.A. debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a recibir contribuciones de afuera.
1. ¿Hago yo, honestamente, todo lo que puedo para apoyar a A.A. -mi grupo base, mi oficina central, la OSG- para permanecer mantenidos por nosotros mismos?
2. ¿Debería el boletín informativo «El Candil de A.A.» vender espacio comercial a editoriales y compañías farmacéuticas, para obtener ganancias y así convertirse en una revista más grande, a todo color y más barata?
3. ¿Si la OSG no tuviera dinero suficiente en un año, sería correcto que el gobierno subvencionara grupos de A.A. en hospitales y prisiones?
4. ¿Qué es más importante: una canasta de séptima grande de pocos miembros, o una canasta pequeña donde muchos miembros participan?
5. ¿Tiene importancia para un grupo de A.A. el informe de su tesorero? ¿Qué piensa el tesorero al respecto?
6. ¿Qué tan importante para mi recuperación es el sentimiento de autoestima, con relación a mis sentimientos de obligación a retribuir la caridad recibida?
OCTAVA TRADICION
A.A. nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicios pueden emplear trabajadores especiales.
1. ¿Está mi propia conducta bien descrita por las Tradiciones? Y si no ¿qué cambios necesita?
2. ¿Cuándo una Tradición en particular me molesta? ¿Me doy cuenta de cómo afecta a otros?
3. ¿Trato alguna vez de obtener alguna recompensa -aunque no sea dinero- por mi esfuerzo personal en A.A.?
4. ¿Trato de actuar en A.A. como un experto en alcoholismo? ¿En recuperación? ¿En medicina? ¿En sociología? ¿Experto en A.A.? ¿En sicología? ¿En asuntos espirituales? ¿O – Dios me ayude – en humildad?
5. ¿Me esfuerzo por comprender lo que hacen los empleados de A.A.? ¿Lo que otros hacen trabajando en otras organizaciones de alcoholismo? ¿Puedo distinguir claramente estas diferencias?
6. En mi propia vida de A.A. ¿tengo yo alguna experiencia que refleje la sabiduría de esta Tradición?
7. ¿He prestado suficiente atención al libro «Los Doce Pasos y Las Doce Tradiciones»? ¿Al folleto «La Tradición de A.A. – Cómo se desarrolló»?
NOVENA TRADICION
A.A. como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven.
1. ¿Quiero seguir siendo jefe en A.A.?
2. ¿Me resisto a aspectos formales de A.A. porque tengo miedo que sean autoritarios?
3. ¿Soy lo suficientemente maduro para entender y usar todos los elementos del programa de A.A. – aunque nadie me obligue a hacerlo – con un sentido de responsabilidad personal?
4. ¿Practico humildad y tolerancia en cualquier servicio que hago en A.A.?
5. ¿Estoy consciente de todos aquellos ante quienes soy responsable en cualquier servicio de A.A.?
6. ¿Por qué cada grupo de A.A. no necesita sus propias leyes y constituciones?
7. ¿He aprendido a dejar un servicio en A.A. con gracia – y al mismo tiempo ganancia – cuando llegue la ocasión?
8. ¿Qué tiene que ver la rotación en el servicio con el anonimato? ¿Y con la humildad?
DECIMA TRADICION
A.A. no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.
1. ¿Doy la impresión, a veces, de que realmente existe una «Opinión de A.A.» sobre Antabuse?¿ Tranquilizantes? ¿Doctores? ¿Psiquiatras? ¿Iglesias? ¿Hospitales? ¿Cárceles? ¿Alcohol? ¿El Gobierno Federal o Provincial? ¿Legalización de marihuana? ¿Vitaminas? ¿Al-Anon? ¿Alateen?
2. ¿Puedo yo honestamente compartir mi experiencia personal con respecto a cualquiera de estos temas, sin dar la impresión de que estoy expresando la «Opinión de A.A.»?
3. ¿Qué sucedió en la historia de A.A. para dar nacimiento a nuestra Décima Tradición?
4. ¿He tenido una experiencia similar en mi propia vida de A.A.?
5. ¿Qué sería de A.A. sin esta Tradición? ¿Dónde estaría yo?
6. ¿Violo este concepto o cualquier otra Tradición en una forma sutil, e inclusive inconsciente?
7. ¿Cómo puedo manifestar el espíritu de esta Tradición en mi vida personal fuera de A.A.? ¿Y dentro de A.A.?
UNDECIMA TRADICION
Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.
1. ¿Promuevo ocasionalmente a A.A. tan fanáticamente que lo hago inatractivo?
2. ¿Tengo siempre mucho cuidado de mantener en reserva las confidencias depositadas en mí, como miembro de A.A.?
3. ¿Tengo mucho cuidado en no divulgar nombres de otros A.A., inclusive dentro de la Comunidad?
4. ¿Estoy avergonzado de ser un alcohólico recuperado o en recuperación?
5. ¿Qué sería de A.A. si no fuéramos guiados por las ideas de la Undécima Tradición? ¿Dónde estaría yo?
6. ¿Es mi sobriedad en A.A. lo suficientemente atractiva como para que un enfermo alcohólico la quiera para sí mismo?
DUODECIMA TRADICION
El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.
1. ¿Por qué es una buena idea para mí, colocar el bienestar común de todos los miembros de A.A. antes que el bienestar individual? ¿Qué sería de mí si A.A. desapareciera?
2. Cuándo no confío en los actuales servidores en A.A., ¿quién me gustaría que tuviera la autoridad de cambiarlos?
3. En mis opiniones y comentarios acerca de otros A.A. ¿estoy agregando otros requerimientos para aceptarlo como miembro, mas allá del deseo de dejar de beber?
4. ¿Trato alguna vez, aunque remotamente, que un grupo de A.A. se conduzca según MIS ideales y no los del grupo?
5. ¿Tengo una responsabilidad personal, para ayudar al grupo a cumplir su objetivo primordial? ¿Cuál es mi participación?
6. ¿Refleja mi comportamiento personal la Sexta Tradición? ¿O la rechaza?
7. ¿Hago yo todo lo que puedo para apoyar financieramente a A.A.? ¿Cuándo fue la última vez que regalé una suscripción anónima del boletín informativo “El Candil de A.A.”, o cualquier libro o folleto a un compañero?
8. ¿Me quejo del comportamiento de ciertos A.A., especialmente si se les paga por trabajar en A.A.? ¿Por qué me creo tan listo?
9. ¿Sobrellevo todas mis responsabilidades dentro de A.A., de tal forma que me siento complacido, incluso con mi propia conciencia? ¿Realmente?
10. ¿Reflejan siempre mis expresiones la Décima Tradición? ¿O abro la brecha para los críticos de A.A.?
11. ¿Debería mantener mi condición de miembro de A.A. como un secreto, o revelarla en mis conversaciones privadas cuando ello pudiera ayudar a otro alcohólico, y por lo tanto a mí mismo? ¿Es mi condición de A.A. lo suficientemente atractiva como para que otros alcohólicos la deseen?
12. ¿Cuál es mi importancia real dentro de los más de dos millones de A.A.?
Literatura Sugerida
05 – Cómo trabaja el Programa 16 – La Tradición de A.A. – Cómo se desarrolló
26 – Las Doce Tradiciones Ilustradas 29 – A.A. llega a su Mayoría de Edad
63 – Comprendiendo el Anonimato 79 – Doce Pasos y Doce Tradiciones
100 – El Lenguaje del Corazón
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